
Un oleaje estremecido
Sol intenso...
y noviembre ha partido!
Tristeza não tem fim
Felicidade sim
A felicidade é como a gota
De orvalho numa pétala de flor
Brilha tranquila
Depois de leve oscila
E cai como uma lágrima de amor
A felicidade do pobre parece
A grande ilusão do carnaval
A gente trabalha o ano inteiro
Por um momento de sonho
Pra fazer a fantasia
De rei ou de pirata ou jardineira
Pra tudo se acabar na quarta feira
Tristeza não tem fim
Felicidade sim
A felicidade é como a pluma
Que o vento vai levando pelo ar
Voa tão leve
Mas tem a vida breve
Precisa que haja vento sem parar
A minha felicidade está sonhando
Nos olhos da minha namorada
É como esta noite
Passando, passando
Em busca da madrugada
Falem baixo, por favor
Prá que ela acorde alegre como o dia
Oferecendo beijos de amor
Tristeza não tem fim
Felicidade sim
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La abeja liba el néctar
De la flor
En mi vaso bebo la miel
del dolor...
Mía
ERRATA.
Donde dice:
La maté porque era mía.
Debe decir:
La maté porque no era mía.
Max Aub
en Crímenes ejemplares
«un minimum d'explication, un minimum d'anecdotes, et un maximum de sensations».
(Un mínimo de explicación, un mínimo de anécdotas, y un máximo de sensaciones).Es lo que dijo Béjart festejando los 50 años de su compañía de Ballet
Extrait d'Un instant dans la vie d'autrui.
Ésto nos han dejado los grandes que en tan poco tiempo,nos han dejado,Fernando Fernán Gómez,Béjart y Paco Candel.
Nunca tan bien aplicable a tres personas,tres genios del arte
ORTEGA Y GASSET, JOSE
"Yo soy lo que soy, lo que traigo y mi circunstancia.",
y lo que os traigo hoy es un poema de mi amiga portuguesa Lena
Juan Carlos Onetti
"Y al bajar escaleras es fatal que hagan un lance de la acogida que tuvieron: "Si yo le hubiera dicho, si me hubiera exhibido más humilde y amor con una sola mirada. Pero también se mata no haciendo oír la palabra salvadora.
Siempre hay un momento en la vida que nos toma por sorpresa y nos amarga mientras descendemos escalones de tiempo. Escalones que todos sabemos adónde nos conducen. Y entonces nos asalta el recuerdo de situaciones en las que podríamos habernos portado con generosidad y no lo hicimos. A veces por cólera, otras por desidia. Y el recuerdo carga también con pecados por omisión. Lo que pudo ser dicho y no dijimos, la carta que debíamos haber escrito y fue postergada. La sonrisa que podría haber modificado nuestra vida y otra ajena.
Es posible, acaso probable, que no hayamos violado ninguno de los diez mandamientos. Pero sí el undécimo, no escrito pero que yo respeto: No humillarás.
Y, tan curiosa es la vida en este momento estoy oyendo la voz incomparable e insustituible de la Piaf que canta:
Je ne regrette rien..."
La A tiene las piernas abiertas. La M es un subibaja que va y viene entre el cielo y el infierno La O, círculo cerrado, te asfixia. La R está notoriamente embarazada. -Todas las letras de la palabra AMOR son peligrosas -comprueba Romy Díaz-Perera. Cuando las palabras salen de la boca, ella las ve dibujadas en el aire
Ventana sobre una mujer
Esa mujer es una casa secreta.
En sus rincones, guarda voces y esconde fantasmas.
En las noches de invierno, humea.
Quien en ella entra, dicen, nunca más sale.
Yo atravieso el hondo foso que la rodea.
En esa casa seré habitado. En ella me espera
el vino que me beberá. Muy suavemente golpeo
a la puerta, y espero.
Ventana sobre el miedo
EI hambre desayuna miedo. El miedo al silencio aturde
las calles. El miedo amenaza:
Si usted ama, tendrá sida. Si fuma, tendrá cáncer. Si respira, tendrá contaminación. Si bebe, tendrá accidentes. Si come, tendrá colesterol. Si habla, tendrá desempleo. Si camina, tendrá violencia.
Si piensa, tendrá angustia. Si duda, tendrá locura. Si siente, tendrá soledad.
Ventana sobre las paredes
Escrito en un muro de Montevideo:
Nada en vano. Todo en vino.
También en Montevideo:
Las Vírgenes tienen mucha Navidades, pero ninguna Nochebuena.
En Buenos Aires: Tengo ambre. Ya me comí la h.
También en Buenos Aires: !Resucitaremos aunque nos cueste !a vida!
En Quito: Cuando teníamos todas las respuestas, nos cambiaron las preguntas.
En México: Salario mínimo al Presidente, para que vea
que se siente.
En Lima: No queremos sobrevivir. Queremos vivir.
En la Habana: Todo se puede bailar.
En Río de Janeiro: Quién tiene miedo de vivir,
no nace
Ventana sobre las prohibiciones
En la pared de una fonda de Madrid, hay un cartel
que dice: Prohibido el cante.
En la del aeropuerto de Río de Janeiro, hay un cartel que dice: Prohibido jugar con los carritos porta-valijas.
O sea; todavía hay gente que canta, todavía
hay gente que juega.
INVENTARIO PARA REPARTIR PERTENENCIAS
Teresa Núñez
Quédate con el aire viciado de la sala,
los oclusos balcones y el domingo
aquel de los periódicos abiertos
por noticias de guerras y catástrofes.
Del salón,
yo me apropio el viento que remueve los visillos,
el cristal cuando impide la bruma de la plaza
y algún trofeo en la vitrina (seguramente
el más pequeño. Que no sea de oro, que no tenga
más nombres prescindibles)
Toma el televisor en donde suena y suena la voz nunca escuchada.
Y el timbre de la puerta, y la constante canción de los veranos.
Yo guardaré la caracola para sentir todas las noches
que el mar me llama.
Y esa campanita que me trajo de Praga Carmen Rubio
y aún me hace ver un reloj, una iglesia, un banco junto al fuego
de la estatua de Hus.
Aduéñate del tálamo, el edredón de flores,
la lamparilla beige con peana de hierro.
Prefiero las esquinas tan cálidas de nuestro dormitorio,
donde la luz no llegue.
Y el libro de Cortázar, que se deshizo un día, en una arena
al sur de la memoria.
Caminaré descalza.
Para ti las alfombras, el barniz del parquet y las pantuflas.
Para mí las baldosas, levantando
el dormido temblor de los deseos en la planta del pie.
Para ti las toallas, la crema de afeitar y los ambientadores.
Para mí el agua,
que resbala despacio sobre la piel desnuda.
Y una pizca indeleble, delgada y silenciosa de perfume francés.
Cuida de acarrear todas tus pertenencias.
No confundas tu chaquetón de lana con mi frío,
tus zapatos todo terreno con mis alas,
tu bufanda de raso con mis manos abiertas.
Quédate los paseos con tus hijos,
las cartillas de ahorro, el crucigrama.
El Ford, el tomavistas y aquel polo azulado
que tenía cocodrilo en vez de corazón.
Pero préstame la maleta más grande
porque no va a caberme este amor que me llevo,
intacto, hondísimo, tan mío.
Exactamente igual que el primer día.
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NOCIÓN DE PATRIA
Mario Benedetti
Cuando resido en este país que no sueña
cuando vivo en esta ciudad sin párpados
donde sin embargo mi mujer me entiende
y ha quedado mi infancia y envejecen mis padres
y llamo a mis amigos de vereda a vereda
y puedo ver los árboles desde mi ventana
olvidados y torpes a las tres de la tarde
siento que algo me cerca y me oprime
como si una sombra espesa y decisiva
descendiera sobre mí y sobre nosotros
para encubrir a ese alguien que siempre afloja
el viejo detonador de la esperanza.
Cuando vivo en esta ciudad sin lágrimas
que se ha vuelto egoísta de puro generosa
que ha perdido su ánimo sin haberlo gastado
pienso que al fin ha llegado el momento
de decir adiós a algunas presunciones
de alejarse tal vez y hablar otros idiomas
donde la indiferencia sea una palabra obsena.
Confieso que otras veces me he escapado.
Diré ante todo que me asomé al Arno
que hallé en las librerías de Charing Cross
cierto Byron firmado por el vicario Bull
en una navidad de hace setenta años.
Desfilé entre los borrachos de Bowery
y entre los Brueghel de la Pinacoteca
comprobé cómo puede trastornarse
el equipo sonoro del Chateau de Langeais
explicando medallas e incensarios
cuando en verdad había sólo armaduras.
Sudé en Dakar por solidaridad
vi turbas galopando hasta la Monna Lisa
y huyendo sin mirar a Botticelli
vi curas madrileños abordando a rameras
y en casa de Rembrandt turistas de Dallas
que preguntaban por el comedor
suecos amontonados en dos metros de sol
y en Copenhague la embajada rusa
y la embajada norteamericana
separadas por un lindo cementerio.
Vi el cadáver de Lídice cubierto por la nieve
y el carnaval de Río cubierto por la samba
y en Tuskegee el rabioso optimismo de los negros
probé en Santiago el caldillo de congrio
y recibí el Año Nuevo en Times Square
sacándome cornetas del oído.
Vi a Ingrid Bergman correr por la Rue Blanche
y salvando las obvias diferencias
vi a Adenauer entre débiles aplausos vieneses
vi a Kruschev saliendo de Pennsylvania Station
y salvando otra vez las diferencias
vi un toro de pacífico abolengo
que no quería matar a su torero.
Vi a Henry Miller lejos de sus trópicos
con una insolación mediterránea
y me saqué una foto en casa de Jan Neruda
dormí escuchando a Wagner en Florencia
y oyendo a un suizo entre Ginebra y Tarascón
vi a gordas y humildes artesanas de Pomaire
y a tres monjitas jóvenes en el Carnegie Hall
marcando el jazz con negros zapatones
vi a las mujeres más lindas del planeta
caminando sin mí por la Vía Nazionale.
Miré
admiré
traté de comprender
creo que en buena parte he comprendido
y es estupendo
todo es estupendo
sólo allá lejos puede uno saberlo
y es una linda vacación
es un rapto de imágenes
es un alegre diccionario
es una fácil recorrida
es un alivio.
Pero ahora no me quedan más excusas
porque se vuelve aquí
siempre se vuelve.
La nostalgia se escurre de los libros
se introduce debajo de la piel
y esta ciudad sin párpados
este país que nunca sueña
de pronto se convierte en el único sitio
donde el aire es mi aire
y la culpa es mi culpa
y en mi cama hay un pozo que es mi pozo
y cuando extiendo el brazo estoy seguro
de la pared que toco o del vacío
y cuando miro el cielo
veo acá mis nubes y allí mi Cruz del Sur
mi alrededor son los ojos de todos
y no me siento al margen
ahora ya sé que no me siento al margen.
Quizá mi única noción de patria
sea esta urgencia de decir Nosotros
quizá mi única noción de patria
sea este regreso al propio desconcierto
Sobre mis párpados vela el gallo de la madrugada, sobre el péndulo que la vigilia mueve. Tus rotundas palabras, tu cortante gesto son el gélido viento que silba por las rendijas de mi pensamiento. Y es tan grande la tristeza que hoy siento... Aléjate espejismo del amor eterno, sólo eres literaria veleidad. Ni al peregrino das posada ni al sediento agua ni al que ansía saber muestras la verdad. Detesto el tiempo, la ansiedad lamento. Descansar sólo quiero, junto al calor del fuego, Me amarro al momento, y lo único que poseo, con los hombres azules irme al azul desierto. Es lo que hoy deseo, y a ti te deseo que de cascabeles, pífanos y timbales se alegre tu camino. Que nunca te sea adverso el destino. Que encuentres en tu vida amigos diáfanos y entretenidos. Sobre mis párpados velas, frágil ave de la madrugada. Eres péndulo que en la vigilia hiere. Tus cortantes palabras, tu rotundo gesto son el gélido viento que silba por las rendijas de mi pensamiento. Y es tan honda la nostalgia que hoy siento... Aléjate espejismo del amor eterno, sólo eres literaria veleidad. Ni al peregrino das posada ni al sediento agua ni al que ansía saber muestras la verdad. Somete el tiempo apagará el lamento bajo un límpido cielo al calor del fuego. Me acojo el momento y lo único que deseo es con los hombres azules irme al azul desierto. Es lo que hoy deseo. Y a ti te deseo que encuentres tu camino. Es lo que hoy te deseo y lo que hoy te escribo. |
La canción es de Manolo García, del disco "Arena en el bolsillo" |
Festona sus enaguas
con espumas
de nata,
que bordan
caprichosas
figuras
en el bajo ondulante
de su falda.
de blanco inmaculado
en el que prende
flores,
hojas,
y pájaros,
volviéndolo color
vibrante
y cálido.
Mia, de cara al mar,
exhalando palabras
perfumadas.
gracias,Sole
El mundo entero puede saltar en pedazos
—tal es su fragilidad—
en el próximo segundo.
Lo único que podemos hacer
es hacer
lo que tenemos que hacer.