
foto F arias
Abrid
las ventanas
dejad los claveles
en su derrame de canela.
La noche se silencia
La luna,de clavel
se perfuma.
DESDE SU ESMALTE PLATEADO
I
Es un suburbio la angustia,
insobornable;
tan sólo precario recinto iluminado,
por la niebla de lámpara yema de huevo;
en los tablones del culto grasa irreductible,
vitualla que se guarda para cuando sea necesario,
encender la mecha,
recomenzar el idilio como se pueda.
Grasa que entre quicio y puerta se desliza,
hacia el abdomen de un confeti rezagado;
a semejanza de reflujo en la playa,
plateándose en el contraluz del día que amanece.
Este confeti al morir concita,
contrapone,
el final aplaza del delirio,
trama.
II
He aquí los sones,
murmullo que picotea la escala de sonidos en la cual,
todo es silencio,
doliente soledad,
ruina de algo que no fue.
Ya sin marbete,
sin equipaje,
sin polvo de estrellas es mero polvo.
III
Un mundo militar para ángeles e incautos,
cuyas alas tropiezan con caja,
cajita y cajuela hasta los topes,
como si fuera copa helada,
relamida por un carbón de dinamita;
carbón que humea una voluta,
entre comida abundante para el día
y objetos de arte tan perennes,
en la vitrina.
IV
Disfraz que disfruta su propio calendario,
su hoy no,
no se presta el día,
la noche es cosa exigua,
déjame disfrutar un poco + de lo que aterra,
sombrío.
Déjame disfrutar un poco +,
del lánguido efluvio 25 vatios,
empapando a esa muñequita,
ajena,
propicia,
que en sus entrañas el alma guarda,
todo suspiro,
de baquelita.
Tal si fuera ésta panal,
alvéolo en la natural habitación de las abejas.
V
He aquí saliéndose de la vitrina
a semejanza de un río,
remolón el efluvio;
en compañía de duendes,
confeti,
picadero y arena movediza.
En su ropaje hilos de seda siglo 19,
organdí encarnado que gotea,
un símil de sangre engarduñada,
escurridizo perfil en la veta del estaño;
desde su esmalte plateado,
turbio,
fosforescente.
Xavier
Festona sus enaguas
con espumas
de nata,
que bordan
caprichosas
figuras
en el bajo ondulante
de su falda.
de blanco inmaculado
en el que prende
flores,
hojas,
y pájaros,
volviéndolo color
vibrante
y cálido.
Mia, de cara al mar,
exhalando palabras
perfumadas.
gracias,Sole
El mundo entero puede saltar en pedazos
—tal es su fragilidad—
en el próximo segundo.
Lo único que podemos hacer
es hacer
lo que tenemos que hacer.