con tal garra la vida,sus celebraciones,sus colores
su ritual de las cuatro estaciones,
el derroche de matices del arco iris,
la música y su sinfín de notas.
Si no hubiese defendido el amor de los míos
como aquello que connota su propio himno,
si al pesar de las pérdidas siempre pude
sembrar de nuevo el trigo,aunque impune
el viento avasalló avena y lino,
si no hubiese amado tanto la vida
tal vez pudiera,hoy, ayudarte en tu partida.
Pero yo no renuncio ver crecer los niños
ni a caminar sola nuestro recorrido,
ni a los perfumes del estío
ni a las humedades de los helechos
del otoño y del invierno!
Yo lo quiero todo,todo quiero!
Tu presencia casi ausente,los cascabeles
de la aurora celeste,el satin
obscuro del crepúsculo ,
la luna creciente,y por sobre todo
quiero la vida permanente.
Porque he crecido amamantada
de grandes añoranzas,
porque supe dar la vida
se me hace imposible
ayudarte en tu partida.