

Festona sus enaguas
con espumas
de nata,
que bordan
caprichosas
figuras
en el bajo ondulante
de su falda.
de blanco inmaculado
en el que prende
flores,
hojas,
y pájaros,
volviéndolo color
vibrante
y cálido.
Mia, de cara al mar,
exhalando palabras
perfumadas.
gracias,Sole
El mundo entero puede saltar en pedazos
—tal es su fragilidad—
en el próximo segundo.
Lo único que podemos hacer
es hacer
lo que tenemos que hacer.
2 comentarios:
dijo...
Cuanto arte tienen las niñas de la casa...
Y el niño mimado...
El sol parece que por aquí se ha derramado,y envidia os tienen los pintores,el cielo y la ilusión si se alcanza...
Vosotros lo tenéis todo,o casi,porque la vida suele arrebatar a veces...
Pero hoy x hoy,sois logro de la esperanza!
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