Mía quiere tener un hueso de cristal,lo ha dibujado con sus manos de ángel,pero no, que son dos alas igual que dos raíces de viento.
Mía se levanta y cree que vuela, pero no, que el mar no lo permite. El mar se le ha escapado cadera adelante,acaso es solo eso, y ya no quiere, lo piensa, ya no quiere...ese hueso de cristal, esas alas, ese viento en el corazón.
De pronto Mía solo desea el mar.
1 comentario:
Mía, yo también quiero el mar. Quiero el mar dentro de mí y afuera, rellenándome los huecos y envolviéndome el cuero...
Me siento viva en el mar, alerta, antenta y relajada sin preocupar.
Comprendo tu fragilidad y tu fortaleza en el mar...
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