Por mantener encendida la luz del sol

Quiero dar las gracias a todos los que me habéis acompañado y sostenido durante tan largo tiempo.

Margarita García Mac-Eachen mi amiguita de la infancia, Mabel infalible en la fraternidad que nos ha dejado abuela María, Lía cariñosa, Mª Teresa Núñez siempre presente con su poesía y cariño, Stellita la luchadora de Mía, la cuadrilla del verano, Burgos, La Rioja, Valencia, Zaragoza, Peñíscola, Bilbao, Asturias, Castro y lo q debo de olvidar (perdonadme).

A la azafata tan querida, a la argentina cariñosa, a toda mi morería, a las viejecitas de la acera, a Manoli.

A Margarita la bondadosa esposa de Michel querido, Lelia y Jean, la familia Chabot de Uruguay y Florida.

A los Enriques hermanos, Regueira y Arrambide, a Elsa Leone y Daniel Gil, tan cariñosos y siempre presentes.

A mi nuera Sonja, por su grado de humanidad y comprensión que me ha permitido estar siempre cerca de las niñas, a mi hijo Gabriel (no tengo palabras).

A los hijos silenciosos que creen que se es madre en la felicidad y la abundancia, los q no me conciben malita...."Los árboles mueren de pie"(Alejandro Casona). Parece que me veis muy fuerte, hijos míos!

A mi niña francesa pero con mentalidad española, Cécile, a Jorge maravilloso, a Jime y Cami y, por supuesto, a toda la progenitura de Noel y Gabriel.

A Mariano Villar, psiquiatra competente que supo decirme lo que cuentan los estímulos en mí.

A super Mateo Asensi Arnau, jefe de Sistemas de Información, por haberme permitido conectarme con mi mundillo antes de que naciera la Gestión de Emociones. Al artista Josep-María Martín, por ese magnífico proyecto, a Alain Fidanza, por el proyecto arquitectónico, a la Jefa de Prensa, Carmen Castillo Lozano, que siempre me ha valorado. Gracias, gracias a todas y todos.

Un hospital que pone en valor los helechos y palmeras entre tumbonas, que hace brotar entre salas rutinarias un tremendo aire artístico al servicio de pacientes y acompañantes, es un hospital muy en "avant garde", con un sentido muy profundo de la armonía en medio del dolor.

A Jacobo el guapo, mi fisioterapeuta, digno de ser Mr. España, que sabe tratar los huesos y las pupitas del alma con categoría!. A mi cirujan, Damián Oliver, con quien compartimos la mala suerte de un 25 de enero..., pero tan cercano a mi soledad y ausencia de familia al punto de visitarme con su niña, gracias Damián!

A Sandra, alegre y eficaz y a Rafa, optimista.

A todo el personal del hospital por la profesionalidad y la gala de humanidad que han hecho prueba durante mi larga estancia en este establecimiento.

A mis cinco kilos cien gramos al nacer, oh cuore ingrato, yo te perdono, pero ven pronto!

Una página entera iría para mi adorada Luana, pero ella lo sabe todo!

Silvia nos veremos y beberemos mate juntas, Pablo y Martha, gracias por darme la ternura que me habéis dado.

A Alejandro el hermoso el cirujano que me pudo convencer a pesar de la distancia!

A las chicas de la farmacia que tanto me han arropado en mi anterior intervención, a Sonia en ésta!

A mi casera Mª Carme y Alfonso, a Manolita y Nati de las verduras, a mis excelentes vecinos con corazón de oro....os tengo aquí a todos!

Emprendo otro viajecito a quirófano, el día 3 me trasladan y el 5 me operan. No sé qué dará, pero como sé que todos me esperáis, allí lucharé por volver, y como no quiero llorar, os dejo,

hasta la victoria siempre!!!

Mía