De Ti a Mi


Del último hilo de ti

afloran el pan y la miel

y hay soldados de plomo

en los pliegues de mi alma

y aún persistes dulcemente

en mi

mía

sábado, noviembre 10, 2007

...perfección masculina....


Albert Cohen
Bella del Señor (fragmento)
" En aquel hotel de Agay, pensaban sólo en sí mismos y en conocerse por completo, en abrir sus vidas entre dos vínculos, atractivamente habituales. Noches similares, rostros fatigados, pausas seductoras, y dejaba ella correr sus dedos por el hombro desnudo del amante para expresarle su recompensa o deslumbrarle y él cerraba los ojos, sonreía de placer. Reposaban abrazados de sus significativas penalidades, se dormían después de tiernos susurros y glosas, emergían del sueño para acercar sus labios o para unirse mejor el uno al otro, o confusamente yacer, medio dormidos, o furiosamente encontrados, repentinamente dispuestos. Y proseguía luego el sueño conjunto, tan grato. ¿Cómo no dormir juntos? Al amanecer, él la abandonaba dulcemente, velando por no despertarla y se iba a su cuarto. A veces ella abría los ojos. No me dejes, gemía. Pero él se desprendía de sus brazos que lo retenían ligeramente, la tranquilizaba, le aseguraba que no tardaría en volver. Sus alejamientos matutinos eran porque no quería que ella lo viese imperfecto, sin afeitar ni bañar.

3 comentarios:

Tempus fugit dijo...

¿Se afeita y baña el alma?

besos

mia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
mia dijo...

cenizas
...parecería que hasta tú te asombras...
La perfección querrá que todo se afeite y se bañe,visto por el hombre....
besos
Mía