Sigilosa no crepita ni tiembla
ni se llama más que ausencia,
pero nubla casi todos los soles
de mi existencia.
Siempre erguida y misteriosa
singular,encendida
imbatible rosa
que a mi alma llevo prendida,
por estambres,pistilos
y espinas.
La que reina en mis vacíos
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