Yo no sé de prisiones ni de pájaros heridos,
pero creo que mi alma
vuela siempre como con alas inventadas.
Y un reloj de fuego,
eternamente encendido
me va marcando el tiempo,
hambriento
pero creo que mi alma
vuela siempre como con alas inventadas.
Y un reloj de fuego,
eternamente encendido
me va marcando el tiempo,
hambriento
y enfurecido
6 comentarios:
Una maravilla de poema, señora, me alimenta en esta mañana de otoño en mi pueblo. José
Gracias Jose,busco tu blog actual para leerte y no sé cual es,puedes responderme por favor!
mialuaf@gmail.com
Tampoco hallo a Maria Jose´,tras tan larga ausencia!
Un abrazo amigo!
Los relojes se funden cuando el tiempo subjetivo se acelera al ritmo de las alas del alma.
Bss
Ese reloj cruel que no tiene piedad de nosotros.
Maldito sea.
Besos.
Maravilloso, todA.
Gracias, Mía!
El tiempo siempre es voraz y se alimenta de cada uno de los minutos que vivimos y sobre todo de los que vivimos sin vivir realmente.
Besos
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